Un proyecto de Programa de Investigación La Biblia en su Tradiciones AISBL
Dirigido por la École Biblique et Archéologique Française de Jérusalem
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2 “Moisés mi servidor ha muerto.
¡Y ahora levántate! Pasa este Jordán tú
y todo este pueblo
hacia la tierra que yo les entrego
a los hijos de Israel.
2 “Moisés mi servidor ha muerto.
¡Y ahora levántate! Pasa este Jordán tú
y todos los hijos de Israel
hacia la tierra que yo les entrego.
2 “Moisés mi colaborador ha muerto.
Ahora bien levántate, pasa el Jordán tú
y todo este pueblo
hacia la tierra que yo les entrego.
1–18 Estructura El c. se estructura en dos secciones. Los primeros nueve v. presentan el discurso de Dios a Josué, que introduce los tres temas fundamentales de todo el libro: la ocupación del territorio, c.1-12, su distribución entre las tribus, c.13-22, y la obediencia a la Ley, c.23-24. Los v.10-18 narran los primeros pasos de los israelitas a las órdenes de Josué, poniendo así de manifiesto la inmediata realización de los planes divinos. Género literario Jos 1,10–18 Esta segunda sección reconoce una orden de Josué a los oficiales, v.10-11 y un discurso a las tribus transjordanas con la correspondiente respuesta, v.12-18.
2d entrego V “daré”, igual que v.3 (“entregaré”) 11 (“dará”), acentuando más aún el aspecto de promesa.
2c este pueblo ‘ām: la palabra más utilizada en Jos para identificar a los destinatarios de las promesas de Dios.
2–9 Pregunta retórica Después de una secuencia de órdenes (v. 2b.5b.6.7.8) el discurso finaliza con una pregunta retórica que fuerza al destinatario a responder, ya que la certeza de la victoria no excluye la libertad personal. Josué responde mediante su inmediata obediencia (v.10). Género literario Jos 1,10–18
2–9 Orden El discurso de Dios introduce una forma clásica de presentar acontecimientos en la antigüedad: la épica sacral. En ella la historia es impulsada por una serie de intervenciones directas de Dios, quien guía al héroe y a su pueblo, y establece su destino. La presencia divina ocupa un lugar muy especial en la narración de hazañas militares.
2c este pueblo G laòs traduce generalmente el heb. sg. ‘ām o gôy, cf. 3,17; 4,1.
2a Moisés mi servidor ha muerto In Iesu Naue 2,1: “Si tu consideras a Jerusalén destruida, el altar de tal forma inutilizado que no ves por ninguna parte sacrificios, ni víctimas, ni libaciones, ni sacerdotes, ni pontífices o liturgia de los levitas; cuando veas acabarse todo eso, di entonces que Moisés, el servidor del Dios ha muerto.” También significa la muerte de la Ley, I.3. , Comm. in Jos.: La muerte de Moisés y el paso del Jordán deben comprenderse como la superación del régimen veterotestamentario.
2b Y ahora levántate, pasa este Jordán , De Civit.Dei 16,43,2: Las promesas hechas a Abraham no se debían cumplir bajo la Ley sino con la encarnación de Cristo. Esto está prefigurado en que no fue Moisés sino Jesús Nauê quien introdujera al pueblo en la tierra prometida.
2d hacia la tierra que yo les entrego , Exp.Luc. 5,95: “La Ley ha profetizado en el Éxodo la gracia del bautismo por la nube y el mar, ha anunciado por el cordero la comida espiritual, ha mostrado en la roca la fuente perenne; ha revelado en el Levítico la remisión de los pecados, ha anunciado en los salmos el reino de los cielos, ha declarado manifiestamente en Josué, hijo de Nun, la tierra prometida. Todo esto es congruente con el testimonio de Juan.” Crítica textual Jos 1,2d
1–18 Narración. Cinco actores intervienen e interactúan en esta perícopa. Los cuatro primeros son reales: el Señor, Moisés, Josué y las tribus de Transjordania; en cambio, el posible es el rebelde. Buena parte del c. recoge lo dicho en Dt 1,38; 3,21-28; 31,1-8.14.15.23; 34,9. Moisés es la referencia y garantía que viene del pasado. En el presente, las tribus se disponen a obedecer a Josué, v.17a; en el futuro, los hijos de Israel esperan que Josué demuestre que el Señor está con él, v.17b y castigarán al que se rebele, v.18a. Los v.7-8 introducen dos temas principales: el cumplimiento de la Ley (omitido por JS), que será condición del éxito en la campaña; y la unidad de Israel, que no estará ligada a una geografía sino a una fidelidad, ya que todos comparten el mismo destino. Hasta que los de Cisjordania no gocen de descanso en la tierra, los de Transjordania tampoco lo harán ni poseerán definitivamente su territorio.
2b este Jordán Nace de tres fuentes al pie del Hèrmôn. En la Biblia aparece siempre precedido de art. (hāyyardēn) salvo Job 40,23 y Sal 42,7. En razón de su abrupto desnivel recorrido por este río, se ha relacionado el nombre con el vb. yrd, “fluir (descender) torrencialmente” (Jos 3,13.16). Las expresión hyrdn hzh (1,2.11; 4,22) debe entenderse como “el Jordán que veis ahí”. Cf. Nm 26,3.63 “el Jordán de Jericó”.
1–9 En la liturgia sinagogal correspondiente a la celebración del sábado, estos primeros v. constituyen la hafţārâ (“conclusión”) de la última pārāšâ (“sección”) de la Torá, leída entre el comienzo del año y la fiesta de las Tiendas, que comienza con las palabras: “Y he aquí la bendición”, Dt 33,1.